domingo, 28 de febrero de 2010

NO MIEDO.En la empresa y en la vida




"No es valiente el que no tiene miedo sino el que no sabe

conquistarlo”

(Nelson Mandela)


Y que buen lema. Pilar Jericó nos muestra a través de este libro como podemos como mínimo entender nuestro miedo, saber en que momento lo sentimos, aprender a interpretarlo y con ello intentar evitarlo.


No encuentro malas críticas a este libro, ya que su autora ha sabido perfectamente analizar las causas y consecuencias del miedo, así como buscar la solución para combatirlo.


Se trata de un libro muy convincente, concreto y fácil de leer, ya que no es repetitivo y da que pensar. Esta muy bien estructurado puesto que parte de la propia definición del miedo, analizando sus raíces para posteriormente clasificar los tipos de miedo mas importantes, conocer sus consecuencias y buscar las formas necesarias para aislar sus efectos.


Nunca había sabido reconocer con tanta claridad las enormes consecuencias que tiene el miedo en la vida y en las empresas. Según el diccionario de la Real Academia Española el miedo se define como “ una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. Creo que más que real, es imaginario, puesto que cuando sentimos miedo, no es cuando algo está sucediendo sino cuando percibimos una amenaza que va a suceder, es decir, si trabajas en una empresa neardental y tu jefe te llama a su despacho lo que sientes es el miedo a ser despedido, que es una situación que no ha sucedido pero que puede suceder; o por ejemplo si tu pareja te dice: “tenemos que hablar”, entonces lo que sientes (en la mayoría de los casos y siempre y cuando no estés harto de él/ella) es miedo a una ruptura, por tanto, y bajo mi punto de vista, definiría el miedo como “un malestar provocado por la percepción de un peligro”.


Pilar Jericó clasifica los miedos en el mundo de las empresas principalmente en 5 tipos: miedo a no llegar a fin de mes, miedo al rechazo, miedo al fracaso, miedo a la pérdida de poder y miedo al cambio, siendo éste último la raíz de los demás. De todos ellos, es el miedo al fracaso con el que me siento mas identificada, aunque bien es verdad que el miedo va unido también a las circunstancias así es que actualmente debido a que no trabajo y a que mis fuentes de ingresos proceden todavía de mis padres no estoy a disposición de saber con objetividad que tipo de miedo desarrollaría en una empresa.

Además todos estos tipos de miedo van asociados a las motivaciones que tiene cada individuo, concluyendo así que el antónimo del miedo es la motivación, ya que ésta, se define como “lo que te mueve a conseguir un objetivo”.

Una vez clasificados los diferentes tipos de miedo la autora analiza las consecuencias que derivan de él. ¡¡ No sabía que eran tantas!! Ésta es desde mi punto de vista la parte fundamental del miedo: conocer sus “resultados”. Según ella el miedo en las empresas dispara contra: el talento, el cambio, la visión a largo plazo, la innovación, la creatividad, la calidad de vida y la felicidad. Yo destacaría que es la felicidad la consecuencia fundamental, puesto que si no eres feliz, pierdes motivac

ión, pierdes calidad de vida y con ello todo lo demás.


Pilar Jericó destaca también lo que se denomina “síndrome de la felicidad aplazada” que sufren un 40 % de los profesiones de países desarrollados. Este síndrome se fundamenta principalmente en

posponer, como su nombre indica la felicidad, trabajando duramente en el presente para tener un futuro mejor. Sin embargo, de lo que no se dan cuenta los que tiene este problema, es que ya están sacrificando su felicidad, su calidad de vida, y además la de los familiares más cercanos (hijos, pareja, etc). El problema es que ¡ No son conscientes! Con esto también me siento bastante identificada pues aunque no trabajo, siempre estoy esperando algo mejor del futuro ¿Y a qué es debido este síndrome? Pues como no, a los miedos, el miedo a no llegar a fin de mes, el miedo al cambio, o incluso el miedo al fracaso. Hay que aprender a valorar el presente, tanto en el ámbito personal como en el profesional y para ello hay que tratar de entender cuales son nuestros miedos.


Una vez analizadas las consecuencias del miedo, la autora nos muestra como conseguir mirarlo a la cara. Según ella las organizaciones pueden evitar la gestión del miedo a través de los siguientes mecanismos: proyecto de empresa (crear valor de forma equilibrada a los accionistas, directivos, profesionales, clientes y sociedad), poder al servicio de la empresa, líderes valientes (deberán marcar la dirección pero dejar hacer a los demás) y sistemas de dirección (que vigilan el uso adecuado del poder y que refuerza el comportamiento basado en el talento) y comunicación.


Finalmente, se adentra en lo que se puede hacer para que el miedo no te provoque inmovilidad, sumisión, respuesta agresiva o huída. De estas cuatro respuestas ante el miedo creo que mi comportamiento es quedarme helada. Me ha llamado mucho la atención como esta respuesta, carente de sentido, es algo innato que está más destacado en ciertas personas, pero que también la encontramos en los animales. Con esta reacción realmente no se consigue nada, (no creo que si entra un ladrón en tu casa y te quedas petrificado en la cama escuchando valga de algo), sin embargo, yo por lo menos, no lo puedo evitar, así es que habrá que tratar de mirar al miedo de frente y ser conciente de lo que sentimos en cada momento. Pilar Jericó afirma que para combatir el miedo hay que apoyarse en la motivación (por algo es su antónimo), que hay que conocer bien el objetivo que se persigue, saber concretar los miedos y entender sus significados y sobre todo y lo más importante: hay que tener confianza en uno mismo, puesto que sin ella, no conseguimos nada.


“ La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito” (Ralph Waldo Emerson)

sábado, 6 de febrero de 2010

Evolución. Tema1

Está claro que los valores de cada generación vienen dados por la evolución de la sociedad, por el entorno, e incluso por la evolución del ser humano. A medida que ha pasado el tiempo el ser humano ha evolucionado (no se puede calificar ni mejor ni peor, simplemente evoluciona) se desarrollan diferentes partes del cuerpo y cerebro y se atrofian otras, en función del uso que le demos a las mismas. De ahí que surjan y cada vez con mas frecuencia las novedosas enfermedades mentales como el estrés, la ansiedad, ocasionadas precisamente por la evolución de la sociedad y las tendencias. Y esto es debido principalmente a que la mente no evoluciona a la misma rapidez del cuerpo. A modo de ejemplo: el estrés no es más que una reacción del organismo utilizada como mecanismo de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante, siendo esta una reacción natural instintiva. En estas circunstancias el cerebro se prepara para buscar una solución rápida. Por ejemplo, cuando nuestros antepasados se encontraban con un animal peligroso tenían que concentrar todos sus sentidos en buscar la manera de escapar o sobrevivir. Por ello la zona del cerebro utilizada para razonar se desactiva temporalmente con el fin de buscar una solución eficaz. Esta reacción natural afecta actualmente a la sociedad porque los problemas que nos encontramos actualmente y que generan una situación de estrés son muy diferentes. Así, nos podemos quedar con la mente en blanco ante un examen siendo esto una respuesta natural del organismo ante una situación amenazante. La sociedad por tanto, evoluciona a otra velocidad que “el cuerpo” y esto acarrea problemas cada vez mas importantes.